El alza de los precios por la caída de la producción mundial han sobrevolado este miércoles la World Olive Oil Exhibition (WOOE), que no por eso ha dejado de prestar atención a la innovación en el sector con todo tipo de sabores.
Desde Turquía ha llegado el aceite “premium” Oro di Milas, cuya creadora Emine Coline explica a Efeagro que han querido acompañarlo con melón, papaya, chocolate, frutos secos, quesos y especias para darle un toque exótico.
Las especias tan características de la gastronomía del Mediterráneo oriental no han faltado tampoco en los puestos de los países árabes presentes en la feria, en la que finalmente no ha estado Arabia Saudí como estaba previsto, pero sí Túnez, el Líbano o Jordania, cunas de olivos de tradición histórica.
El director del Centro jordano de Investigación Agrícola (NARC), Nizar Haddad, ha expresado su interés en ampliar las oportunidades de negocio de los agricultores locales e intercambiar conocimientos sobre el aceite de oliva con el resto del mundo.
Iniciativa de oleoturismo
Junto al lado más internacional de la feria, que cuenta con la participación de 47 países, han mostrado su oferta las principales regiones productoras de España.
La Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) ha presentado un proyecto de oleoturismo en el que se han embarcado por ahora ocho diputaciones y que recibirá 1,2 millones de euros del fondo europeo de recuperación de la crisis.
La idea es crear una red de destinos para dar a conocer la cultura del aceite en sus lugares de origen, como durante años se lleva haciendo con las rutas vitivinícolas.
“No vale sólo con la visita a la almazara y al campo. Hay que incluir a la hostelería y los alojamientos turísticos como elementos de conexión.
La gastronomía es un eje fundamental, con la promoción de la comida tanto de vanguardia como tradicional”, ha detallado el diputado de Promoción y Turismo de la Diputación de Jaén, Francisco Javier Lozano.
Innovación en el aceite
Bajo el lema “Juntos creamos oro”, la WOOE es hasta mañana un escaparate de nuevos productos, desde cosméticos y vinagretas con virgen extra hasta demás subproductos, como el polvo de aceite y las emulsiones con sabor a ajo, limón o pimienta.
La instalación de un “bar” con las muestras de los aceites de oliva de la feria, colocados en hileras, permite hacer una “cata libre” a gusto del consumidor, que puede consultar sus principales datos de producción.
En el lugar reservado a las “delicatessen”, el socio de la empresa Mykes Gourmet Javier Llorente muestra los aceites elaborados con trufa negra de Soria y trufa blanca italiana, a los que se unen una selección de vinagres, chocolates, cremas de quesos y salsas partiendo de esa materia.
Para incentivar los distintos usos del aceite de oliva en la cocina se han organizado catas en las que los chefs cuentan sus secretos y cómo, sin perder la ocasión, invitan a los clientes a probar los distintos productos y ampliar así los límites del conocimiento.
Mientras, los profesionales del sector se reúnen y cierran acuerdos como en cualquier otra feria de negocios.
Lourdes Negrillo, responsable para la exportación de la empresa jinense Aceites Vallejo, apunta que están revisando la política de contratos con sus clientes habituales, la mayoría en el extranjero, después de que su cosecha se haya reducido a la mitad esta campaña.
La diferenciación de los aceites como ventaja competitiva, el uso del virgen extra en la gastronomía, los beneficios de los aceites de oliva y de orujo para la salud, el mercado de las denominaciones de origen y las últimas tendencias en la comercialización son otros de los asuntos que se debaten en la WOOE.
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